El caso más sonado en este momento es el de Darrelle Revis, quién es considerado el mejor conerback de la NFL, después de sus primeras 3 temporadas en la liga. Actualmente, se encuentra totalmente distanciado de su equipo, los Jets de Nueva York. ¿Qué es lo que exige Darrelle Revis? Un contrato que iguale al cornerback mejor pagado de la NFL, Nnamdi Asomugha de los Raiders de Oakland, quien firmó apenas el año pasado un contrato por tres años y 45.3 millones de dólares (28.5 garantizados), un contrato sin precedentes y otro de los movimientos, un tanto descabellados, del dueño de los Raiders, Al Davis. ¿Qué dicen los directivos de los Jets al respecto?, que es demasiado dinero y que consideran poco viable cerrar un contrato de ese tamaño con su jugador estrella, dada las necesidades de firmar a otros jugadores importantes en el equipo como Nick Mangold (Centro) y David Harris (Linebacker), además de que está por definirse un nuevo contrato colectivo de trabajo (Collective Bargain Agreement, CBA; en inglés) para los jugadores de la NFL.
Darrelle Revis
Hasta el momento, el agente de Revis y los directivos de los Jets no han dejado de estar en contacto, pero no ha existido avance alguno en torno a un nuevo contrato, por lo que es muy probable que los Jets de Nueva York comiencen la temporada sin su estrella defensiva.
Los Cargadores de San Diego enfrentan una situación similar con dos jugadores: Vincent Jackson (Receptor) y Marcus Mcneill (Tackle Ofensivo), quienes se han negado a participar en cualquier actividad del equipo e incluso están dispuesto a no jugar la temporada si sus demandas contractuales no son satisfechas. Ambos jugadores han sido importantes para el equipo, sin embargo, Marcus Mcneill tiene mayor peso al ser el tackle izquierdo responsable de cuidar el lado ciego de Philip Rivers, quarterback de San Diego, pero las negociaciones se han mantenido sin avance hasta el momento.
¿Cuáles son los motivos por los que los jugadores llegan hasta estas instancias por un contrato? Realmente mucho tiene que ver el “benchmark” entre los sueldos de jugadores de la misma posición y con un nivel de juego similar (como en el caso de Revis), así como las estadísticas logradas en la temporada anterior.
La paciencia de los jugadores para recibir un nuevo contrato suele ser presionada por el hecho de que cada temporada están expuestos a sufrir una lesión que pudiera afectar seriamente su desempeño para futuras temporadas. Por ello es que muchos jugadores después de lograr una temporada con estadísticas que los coloquen entre los mejores de su posición buscarán negociar un nuevo y más jugoso contrato. Un claro ejemplo es Chris Johnson, corredor de los Titanes de Tennessee quién el año pasado superó las 2000 yardas por tierra (apenas el sexto en lograrlo) y se convirtió en el Jugador Ofensivo más valioso de la liga. Johnson buscaba firmar un contrato multianual con al menos 30 millones garantizados pues de acuerdo a su contrato actual, mismo que firmó como novato, en 2010 ganaría apenas 550,000 dólares. Finalmente, aún no ha firmado el contrato multianual pero los Titanes le pagarán 1.5 millones de dólares para esta temporada esperando firmar pronto el contrato multianual.
Chris Johnson
En ocasiones, los medios y los fans también han influido para inflar las aspiraciones de los jugadores. Tal es el caso de Michael Crabtree, quién siendo novato el año pasado, no firmó su contrato hasta la quinta semana de temporada regular, en gran parte, porqué en las semanas previas al Draft se decía que Crabtree era el receptor novato más talentoso y que seguramente sería de los primeros cinco jugadores en ser elegidos; sin embargo, fue hasta el décimo lugar que los 49ers lo tomaron y, el segundo receptor en ser elegido, detrás de Darrius Heyward Bay (7mo. Lugar). Así, Crabtree buscó que los 49ers Igualaran el contrato de Heyward Bay, lo cual estaba fuera de toda lógica puesto que los sueldos de los jugadores novatos se van definiendo acorde al lugar en el que fueron seleccionados.
Y finalmente, los agentes también suelen influir puesto que ese es su trabajo, y al notar que uno de sus clientes puede ganar más, seguramente lo convencerán de que busque un nuevo y mayor contrato.
A veces, como fan es un tanto frustrante saber que un jugador no se presenta a entrenar o incluso a jugar, pero no hay que olvidar que al final de cuentas éste es un negocio y un deporte sumamente desgastante, así que buscar un buen contrato por varios años justificado en el buen desempeño es una cuestión totalmente lógica. Lo que a veces es complicado de comprender, debido a sus connotaciones éticas-laborales, es la presión al cuerpo directivo del equipo por medio del ausentismo (es decir, el "págame lo que quiero o no trabajo") y que, hasta cierto punto, puede llegar a desestabilizar a todo el equipo por el liderazgo que suelen tener estos jugadores de alto perfil.