El jueves pasado, Tim Tebow volvió a hacerlo, y ganó su cuarto partido en la temporada para quedar con marca de 4-1 como quarterback titular. La prensa, está dividida, hay gente que cree en él y hay gente que solo cree que ha tenido suerte al jugar con equipos medianos o malos. Ayer Tebow jugó con uno de los equipos que a inicio de temporada era favorito para estar en Playoffs, los Jets. Si bien, los Jets han dejado mucho que desear al llegar a la semana 11 de la temporada con una marca de 5-4, pero eso no quita que sean la ofensiva #8 de la liga y que Tebow encontró la manera de hilvanar un drive de 95 yardas en los últimos 2 minutos del partido para terminar ganándolo.
Mucha gente dice que no tiene la técnica adecuada para lanzar, que no tiene lo que se necesita para ser un QB del tipo Tom Brady, por ejemplo. Que todas esas personas, por más especializadas que sean, me disculpen, pero si algo ha mostrado Tebow, tanto en su carrera colegial como en lo que lleva en la NFL es “hambre de ganar”, un hambre que inspira al resto del equipo y a los fans, y hasta el momento esa “hambre” se han convertido en triunfos.
Hay otros jugadores que han llegado con todo el talento del mundo en su brazo, como Jamarcus Russell y Ryan Leaf, pero han carecido de actitud. Tebow, por el contrario, no tendrá el talento que tanto se alabó de estos jugadores, pero muestra cualidades que ellos nunca mostraron como humildad y una ética de trabajo envidiable.
No sé hasta donde pueda llegar Tebow en la NFL, pues es una liga sumamente exigente y muy dinámica, pero estoy seguro que hará todo lo que esté a su alcance para continuar ganando y, mientras tenga esa actitud su equipo lo seguirá. Yo creo en Tebow, porque estoy convencido que el trabajo y las ganas de lograr hacer algo te pueden llevar más lejos que cualquier otra cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario