miércoles, 6 de febrero de 2013

¿Qué aprendimos en el Super Bowl XLVII?



Una temporada más de la NFL ha finalizado dejándonos emociones diversas y muy buenos recuerdos para los siguientes años. El partido con el que cerró esta temporada tuvo de todo: grandes jugadas ofensivas, espectaculares jugadas en equipos especiales, defensivas que apretaron justo en el momento en el que debían y hasta una falla en el sistema (eléctrico). No cabe duda, que cada Super Bowl tiene su propia esencia y éste, además de haber sido marcado por el enfrentamiento entre dos hermanos, deja otros aspectos para la reflexión como:

Joe Flacco, una de las principales razones por las cuales Ray Lewis se despide como Campeón.

  • Joe Flacco se gana un lugar en el grupo de la élite de los quarterbacks. Después de haber sido criticado por varias temporadas de no ser factor para que su equipo pudiera trascender e incluso ser señalado como un ancla que impedía el avance del equipo, el exquarterback de la Universidad de Delaware finalmente le dio un título a Baltimore, el segundo en la corta historia de esta franquicia. Además, a diferencia de Trent Dilfer (QB), quien dirigió a la ofensiva de Baltimore en su primera victoria en un Súper Bowl, el desempeño de Flacco marcó diferencia al acumular 287 yardas y tres touchdowns en este importante juego. Otro punto importante es que Flacco se une a Tom Brady, Peyton Manning y Ben Roethlisbderger como los únicos quarterbacks de la Conferencia American en haber ganado el Súper Bowl en los últimos 10 años. 


Una jugada importante de Ed Reed no podía faltar en un triunfo de Baltmore.

  • Ed Reed ha asegurado su lugar en el Salón de la Fama. El ágil safety de Baltimore que es reconocido por sus impresionantes habilidades de cobertura, tacleo y devolución de balones, al fin posee un anillo de campeón lo que redondea una exitosa carrera en la NFL. Durante el juego, Ed Reed sumó su novena intercepción en playoffs empatando el récord de más intercepciones en postemporada con Ronnie Lott (San Francisco 1981-1990, Oakland 1991-1992, NY Jets 1993-1994), Charlie Waters (Dallas 1970-1981) y Bill Simpson (Detroit 1974 – 1982).
  •  San Francisco pierde por primera vez un Súper Bowl. Éste fue una de los datos que más se resaltaron en los días anteriores al Súper Bowl, en cinco apariciones previas el equipo de la Bahía había triunfado en todas. Esta vez no fue así. Y es que en las cinco apariciones anteriores, San Francisco había contado con la presencia de dos quarterbacks cuyos nombres ya dicen mucho por si solos, Joe Montana y Steve Young. Colin Kaepernick no lo hizo mal, lanzando para 302 yardas, un touchdown y una intercepción. Sin embargo, a ratos parecía no tener la calma suficiente para hacer envíos más precisos. Además, resalta que Kaepernick solo completó pases con cuatro jugadores durante el Super Bowl. Habrá que ver que tal responde en la siguiente temporada.
  • La defensiva de San Francisco tuvo una baja significativa en los playoffs. Después de haber terminado la temporada como la segunda defensiva con menos puntos permitidos (17.1 por juego) y la tercera en yardas (294 por juego), durante los playoffs permitió un promedio de 29.7 puntos por juego y 398.7 yardas por juego. Aldon Smith prácticamente desapareció en el transcurso de los playoffs y la defensiva secundaria se vio muy vulnerable en varias ocasiones. Un equipo no puede dejar que su defensiva se caiga de esa manera si aspira a quedar campeón. Será un punto que tendrán que trabajar para el siguiente año.
  • Poco se ha hablado del grupo de receptores de Baltimore como uno de los más competitivos en la liga, después del Super Bowl eso no volverá a suceder. Mucho del éxito de la ofensiva y de Joe Flacco se debió a la gran capacidad para hacer jugadas de este grupo. Torrey Smith es una verdadera amenaza vertical, Anquan Boldin es capaz de correr cualquier ruta y pocos jugadores atacan el balón con la determinación con que él lo hace, Dennis Pitta está en camino a convertirse en uno de los mejores alas cerradas receptores de la liga y Jacoby Jones es un receptor muy versátil que puede hacer grandes jugadas desde cualquier punto del campo. 
  • A Randy Moss se le escapó por segunda vez la oportunidad de ser campeón y sustentar esa palabrería sobre ser el mejor receptor en la historia de la NFL. Su consuelo seguirá continuar sosteniendo esa aseveración desde la sombra de las estadísticas. Aún le faltan 18 recepciones más para unirse a Jerry Rice, Tony Gonzalez, Marvin Harrison, Cris Carter, Tim Brown, Terrell Owens y Isaac Bruce en  el grupo de jugadores que han atrapado 1,000 pases o más en su carrera.
  • Ray Lewis se retira con su segundo campeonato. Es indudable que en cinco años veremos a Lewis ingresar al Salón de la Fama. ¿Su legado en el juego? La pasión y liderazgo que impregnaba en todos los que lo rodeaban, incluso en los fanáticos a este deporte. Será difícil acostumbrarse a ver a Baltimore sin el #52 en el campo. 


Tal vez al legado de Ray Lewis también tengamos que agregarle su danza de entrada a los juegos.

  •  ¿Quién tendrá más sencillo el camino para regresar a los playoffs? Es aún difícil saberlo pero, acorde a lo visto en el transcurso de la temporada, Baltimore estará en una división competida pero no al grado en el que lo será la NFC Oeste. San Francisco tendrá que lidiar con Seattle y San Luis, equipos con los que quedó (1-1-2). El equipo californiano no puede relajarse para la próxima temporada. Además, la tan mencionada formación “pistol” tendrá su prueba de fuego el siguiente año pues las defensivas ya la tendrán bien estudiada.

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