La
historia reciente de la AFC Sur ha estado lejos de ser exitosa. Por momentos,
ha sido la división más débil de la liga. En los dos últimos años, solo ha
tenido un representante en playoffs (Indianápolis). Sin embargo, después de su estrepitosa
caída en 2013, Houston parece ir en la dirección correcta para volver a ser un
equipo competitivo. Mientras tanto, Jacksonville y Tennessee aún están inmersos
en procesos de construcción, intentando reunir las piezas suficientes para
poder competir.
Lo
anterior es totalmente evidente al revisar los enfrentamientos entre rivales en
los que Tennessee y Jacksonville tienen un récord por debajo de .500 desde
2012, mientras que Houston y, especialmente, Indianápolis han acaparado los
triunfos.
Con resultados
tan disparejos, los enfoques de cada equipo son totalmente distintos.
Indianápolis es el más balanceado y, sobre todo, tiene resuelta la posición de
QB con Andrew Luck en los controles. Houston posee una defensiva encabezada por
el jugador más dominante en la NFL, pero su defensiva aún no se consolida pues
hay incertidumbre en la posición de QB y Arian Foster (RB) ha sido propenso a
las lesiones. Jacksonville tiene una ofensiva joven que podría mostrar un buen
avance para esta temporada, lo que a su vez impactaría en su defensiva que,
poco a poco, va mostrando mayor solidez. Tennessee apostó por un QB poco
familiarizado con los sistemas ofensivos profesional, sin una ofensiva
terrestre que lo respalde y una defensiva que necesita mostrar mucho progreso
en esta temporada.
En
2015, el calendario de los equipos de esta división incluirá enfrenamientos contra
todos los equipos de la AFC Este y de la NFC Sur. También tendrán un par de
juegos repartidos contra rivales de la AFC Norte y de la AFC Oeste.
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