viernes, 30 de enero de 2015

Super Bowl XLIX: Nueva Inglaterra (14 – 4) vs. Seattle (14 – 4)

El equipo con mejor récord en la AFC vuelve a encontrarse con el equipo con mejor récord en la NFC.

El Super Bowl vuelve a tierras cálidas. Después de que la edición XLVIII de este juego se realizara en Nueva York, Arizona será el escenario para este año. El University of Phoenix Stadium ya había sido sede en el Super Bowl XLII cuando NY Giants derrotó a Nueva Inglaterra por marcador de 17 – 14. El total de espectadores que se dieron cita para ver a Eli Manning y compañía triunfar fue de 71,101. Así que habrá que esperar una cifra similar de fans presentes en el estadio el próximo domingo, aún con un precio promedio por boleto de $ 6,459 USDs.

En la edición #49 de este legendario juego, veremos enfrentarse a Seattle, actual Campeón y mejor equipo de la NFC, en contra de Nueva Inglaterra, mejor equipo de la AFC y uno de los equipos con mayor constancia en lo que va del milenio. Será la tercera vez desde 2009 (Nuevo Orleans vs Indianápolis, Seattle vs. Denver) que el equipo con mejor récord de la NFC enfrenta al equipo con mejor récord de la AFC. En los dos juego previos, ha resultado triunfador el equipo de la NFC. También es la primera vez que un equipo tiene la posibilidad de ser bicampeón desde que Nueva Inglaterra lo logró en las temporadas 2003 y 2004. Aunque el equipo dirigido por Bill Belichick ha regresado en dos ocasiones al Super Bowl después de esa hazaña, no ha vuelto a coronarse. El récord histórico del equipo proveniente del estado de Massachusetts es 3 – 4. Con esta participación, igualará a Dallas y a Pittsburgh con ocho, la mayor cifra hasta ahora. Por su parte, Seattle estará jugando su tercer Super Bowl y su récord es 1 – 1.

Hasta este punto, el resultado para ambos equipos no podía haber sido mejor. Sin embargo, al inicio de la temporada, tuvieron algunas dificultades para entrar en ritmo. Nueva Inglaterra comenzó con récord de 2 – 2, pero después de la semana 5 lograría siete triunfos consecutivos hasta visitar el Lambeau Field, donde sufriría su tercera derrota de la temporada. Ya en el cierre de temporada, con algunos titulares inactivos, volvió a ser derrotado, ésta vez por Buffalo. En playoffs, logró reponerse de una desventaja de 14 puntos enfrentando a Baltimore y dominó sin problemas a Indianápolis. Para Seattle, las cosas comenzaron bien con un 3 – 1 en cuatro semanas, pero dos derrotas consecutivas en las semanas subsecuentes generarían dudas sobre la capacidad del Campeón. Esas dudas fueron disipadas en las siguiente 10 semanas, con un récord de 9 – 1. La única derrota en ese lapso fue en una visita al Arrowhead. En playoffs, dominó a Carolina en la ronda divisional y, posteriormente, en el juego de Campeonato de la NFC, tuvo un impresionante regreso en contra de Green Bay que deberá quedarse en la memoria como uno de los encuentros más emocionantes en la postemporada.

A lo largo de la temporada e incluso en playoffs, estos equipos tuvieron algunos tropiezos, pero han sabido reponerse. El único asunto que aún queda pendiente es el de los balones desinflados, pero eso no es un tema que discutiré aquí.

La última vez que estos equipos se enfrentaron, Richard Sherman se acercó a Tom Brady al final del juego a preguntarle "U Mad Bro?".
¿Cuándo fue la última vez que estos equipos se enfrentaron? Fue en la semana 6 de la temporada 2012. Russell Wilson era novato y la Legion of Boom apenas estaba por consolidarse. Nueva Inglaterra dominaba 20 – 10 después de tres cuartos de acción en el CenturyLink Field, pero en el último cuarto, Wilson conectaría dos pases de anotación, uno a Braylon Edwards y otro a Sidney Rice, para cerrar el marcador en 24 – 23. Tom Brady lanzó para 395 yardas y dos touchdowns, pero fue interceptado por Earl Thomas y Richard Sherman. Marshawn Lynch fue contenido en solo 52 yardas totales, pero Wilson lanzó para 293 yardas y tres touchdowns. Gran parte de la base de jugadores de ambos equipos que se enfrentó en aquel juego aún continúa. Las bajas más notables para este juego respecto al de 2012 serán: Aaron Hernandez (TE), Wes Welker (WR), Danny Woodhead (RB), Brandon Spikes (LB) y Jerod Mayo (LB) por Nueva Inglaterra; Sidney Rice (WR), Golden Tate (WR), Brandon Mebane (DT) y Brandon Browner (CB) por Seattle.

Ofensiva de Seattle vs. Defensiva de Nueva Inglaterra

La principal fortaleza ofensiva de Seattle es indiscutible, es la carrera. Marshawn Lynch (1,306 yardas, 13 Tds) y Russell Wilson (849 yardas, 6 Tds) forman una mancuerna letal en jugadas de opción. Además, el poder físico de Lynch provoca que las defensivas tengan que mantener a más de cinco hombres cerca de la línea para poder frenarlo, así que eso abre más posibilidades para la ofensiva aérea. En el transcurso de los playoffs, esta ofensiva terrestre no ha bajado la intensidad y ha generado 294 yardas y dos touchdowns en dos juegos.

Russell Wilson y Marshawn Lynch mantendrán muy ocupada a la defensiva de Nueva Inglaterra.
La defensiva terrestre de Nueva Inglaterra ha batallado en el transcurso de la temporada con aquellos equipos que corren bien el balón. Miami (191 yardas), Kansas City (207 yadas), NY Jets (334 yardas en dos juegos), Green Bay (130 yardas),  y, más recientemente, Baltimore (136 yardas) corrieron de manera contundente contra esta defensiva. Tres lograron triunfar (MIA, KC, GB) y los otros dos estuvieron muy cerca de hacerlo (NYJ, BAL). Además, estos cinco equipos poseen otra características en común con Seattle: poseen un quarterback móvil (Ryan Tannehill, Alex Smith, Geno Smith, Aaron Rodgers y Joe Flacco). Así que Seattle puede salir a jugar de acuerdo a su estilo y probar a esta defensiva. Vince Wilfork necesita dar un gran juego para evitar que el interior de la línea sea vulnerable. La disciplina de Rob Ninkovich y Jamie Collins también serán claves para las jugadas de opción con Wilson.

Por pase, en el papel, Darrelle Revis (CB) y Brandon Browner (CB) tienen ventaja sobre Doug Baldwin y Jermaine Kearse. Ahora bien, a diferencia de otros equipos que tienen un receptor #1 claramente definido, Seattle es un equipo que tiende aprovechar lo que el otro equipo le cede, más que a buscar poner (o forzar) el balón en las manos de un jugador determinado. Así que, no creo que importe tanto que de un lado u otro anulen a un receptor, el plan de juego irá orientado a buscar el espacio libre y no a un jugador determinado. Luke Willson (TE) no deberá pasar desapercibido por la defensiva. Será muy importante la disciplina de la secundaria manteniéndose pegados a sus hombres, pues en jugadas rotas, Wilson suele ser muy efectivo.

Ante la carencia de un receptor #1 en Seattle, Darrelle Revis y Brandon Browner tendrán que preocuparse más en zonas que en jugadores.
El desempeño de la línea ofensiva de Seattle ha sido fluctuante en los playoffs. En contra de Green Bay, permitió cinco capturas sobre Wilson. No obstante, hasta ahora, Nueva Inglaterra no ha logrado capturas en la postemporada. El dato que sobresale aquí es que en el juego terrestre, esta unidad ha contribuido para un promedio de 4.7 yardas por acarreo, misma cifra que ha permitido la defensiva de Nueva Inglaterra en los dos juegos previos.

La principal ventaja para Seattle es que su estilo de juego actual es el que ha hecho más daño a la defensiva de Nueva Inglaterra en el transcurso de la temporada. Mientras no haya entregas de balón, estará en posibilidad de controlar el ritmo del juego. Es importante no pasar por alto que Nueva Inglaterra logró 25 robos de balón en la temporada (#13 en la liga).

Ofensiva de Nueva Inglaterra vs. Defensiva de Seattle

La ofensiva comandada por Tom Brady ha brillado en la postemporada anotando 80 puntos producto de 11 touchdowns (7 por pase, 4 por carrera) y un gol de campo enfrentando a una defensiva del Top 10 (Baltimore #6) y a una defensiva mediocre (Indianápolis #19). Una de las principales características de esta ofensiva es su versatilidad para usar diferentes formaciones y jugadores acorde al rival. Así que Seattle deberá estar preparado para ajustar a frente muy variados.

¿La principal fortaleza de esta ofensiva? En realidad, el plan de juego suele estar orientado a aprovechar la debilidad de las defensivas. Es una ofensiva capaz de explotar tanto por carrera como por pase.

En este juego, enfrentará a la mejor defensiva en las últimas dos temporadas. Seattle finalizó #1 en puntos aceptados (15.9), #1 en yardas totales (267 por juego), #1 en yardas por pase (186 por juego) y #3 en yardas por carrera (81 por juego). Aún así, hubo cuatro equipos que pudieron doblarla. ¿Cómo lo hicieron? Con base en su ofensiva terrestre. San Diego (101 yardas), Dallas (162 yardas, Td), San Luis (102 yardas, Td) y Kansas City (190 yardas, 3 Tds) tuvieron éxito corriendo contra esta defensiva y lograron llevarse la victoria. El mayor daño a esta defensiva no lo provocaron “power backs” como LeGarrette Blount sino corredores ágiles como DeMarco Murray (115 yardas, Td), Tre Mason (85 yardas, Td) y Jamaal Charles (159 yardas, 2 Tds). Steven Ridley (391 yardas, 2 Tds) y Shane Vereen (391 yardas, 2 Tds) se ajustan a ese estilo de juego que Blount, así que es posible que estos pudieran una participación considerable.


Del nutrio grupo de corredores de Nueva Inlgaterra,  los más atléticos y elusivos son los que podrían tener  más éxito contra la defensiva de Seattle.
Por pase, Brady enfrentó en ocho juegos, durante la temporada regular, a defensivas aéreas que terminaron en el Top 10: #2 Kansas City, #3 Buffalo (2 juegos), #4 San Diego, #6 Miami (2 juegos), #9 Denver y #10 Green Bay. Su récord fue 4 – 4. Contra éstas, lanzó para 2,031 yardas, 16 Tds y cinco intercepciones. Fue contra Buffalo (1er juego), Denver y San Diego con quien más éxito tuvo (1,011 yardas, 10 Tds, 2 Ints), equipos que, por así decirlo, tiene mentalmente dominados. Contra Seattle tendrá un reto bastante grande, pues no hay, como tal, un eslabón débil en la secundaria y Cliff Avril y Michael Bennett son efectivos poniendo presión sobre el quarterback. Rob Gronkowski (1,124 yardas, 12 Tds) es el factor desequilibrante en esta área y será responsabilidad, en gran parte, de Kam Chancellor, un jugador con físico para retarlo. El duelo entre estos jugadores será muy atractivo. Otro punto importante, es ver que tanto retará Brady a Richard Sherman lanzando pases hacia su lado. Aaron Rodgers lo pagó caro cuando intentó vencerlo. De los receptores, físicamente, solo Brandon LaFell está parejo con los CBs de Seattle. Todo lo que vaya hacia Julian Edelman y Danny Amendola tendrán que ser pases rápidos, cualquier bola por arriba, difícilmente la ganarán.

Uno de los duelos más atractivos en este juego.
En el transcurso de los playoffs, Seattle solo ha aceptado tres touchdowns, de los cuales, uno vino en “garbage time”. El resto de los puntos han sido producto de seis goles de campo. Así que esta unidad llega en excelente forma.

Equipos especiales

Los pateadores de ambos equipos son bastante seguros, aunque Nueva Inglaterra  tiene la ventaja con Stephen Gostkowski que tuvo una efectividad de 94.6% (35/37) en la temporada regular, mientras que la de Steven Hauschka fue de 83.8% (31/37).

En los regresos, Julian Edelman tuvo un buen desempeño promediando 12 yardas en despejes, además de lograr una anotación. En esta área, el jugador más peligroso de Seattle es Paul Richardson, aunque su jugada más sobresaliente es un regreso de kickoff de 47 yardas.

¿Quién ganará?

Los dos equipos se caracterizaron por sacar el mayor provecho posible al jugar en casa. En Arizona, estarán jugando en terreno neutral, así que esa ventaja quedará, hasta cierto punto, anulada. Bueno, aunque no hay que olvidar que Seattle está más familiarizado con el entorno en ese estadio pues juega una vez por temporada ahí.

La principal ventaja para Seattle es que, como mencioné anteriormente, no tiene que alterar significativamente su estilo de juego. Otros equipos ya han demostrado que una ofensiva terrestre contundente soportada por el buen juego de un quarterback móvil suele ser efectivo contra Nueva Inglaterra.

La versatilidad de Nueva Inglaterra es un punto fuerte de este equipo, pero ajustar sobre la marcha en contra de la mejor defensiva en las últimas dos temporadas, no será sencillo.

La historia nos ha dejado claro que el equipo con la mejor defensiva y el estilo más físico de juego es el que suele salir adelante en estos encuentros. Pronóstico: Seattle 31 – Nueva Inglaterra 24.

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