Estos
rivales de la AFC Sur llegan con apenas una victoria de diferencia a este
enfrentamiento. Se esperaba que Indianápolis luciera más dominante, pero
después de cuatro juegos, solo ha derrotado a los otros dos equipos de esta
misma división y lo ha hecho por una diferencia de tres puntos o menos. De
Houston, no se esperaban grandes cosas, especialmente a la ofensiva, pero hasta
ahora no ha mostrado dominio defensivo tampoco y su único triunfo ha sido sobre
Tampa Bay.
Los
juegos entres estos equipos han sido dominados por Indianápolis desde la
llegada de Andrew Luck (QB) y Chuck Pagano (HC) al equipo en 2012. En los
últimos tres años, el récord favorece a Indianápolis 5 – 1 y esos cinco
triunfos han sido consecutivos. Así que ya ha pasado un buen rato desde que
Houston le ganó a Indianápolis.
No ha sido una buen temporada para Andrew Luck. Además, de la baja en su desempeño también ha tenido que lidiar con lesiones. |
Para
el enfrentamiento de esta semana, Andrew Luck parece que estará de vuelta
después de ausentarse el domingo pasado por una lesión en el hombro. Éste ha
sido la temporada con peor desempeño para este joven quarterback. Basta decir
que su porcentaje de pases completos es de solo 56%, que su balance de
touchdowns e intercepciones es de 5 / 7 y que su rating es de 65.1. Estas
cifras las esperaría de Geno Smith o tal vez de alguno de los quarterbacks de
Houston, pero no de Luck. Por su parte, la ofensiva terrestre solo ha tenido un
juego con más de 100 yardas (semana 3 vs. Tennessee). Frank Gore (227 yardas, 2
Tds) ha tenido algunas jugadas buenas pero aún nada espectacular. Quien
usualmente se ha erigido como el verdugo de Houston es TY Hilton (294 yardas)
que aún tiene pendiente anotar su primer touchdown de la temporada. Esta vez,
enfrentarán a una defensiva que no ha mostrado poca autoridad. Houston viene de
aceptar cuatro touchdowns por carrera en Atlanta y solo tiene 6 capturas (4 de
JJ Watt). Así que si Luck, Gore, Hilton y compañía desean despertar, ésta
podría ser una buena oportunidad.
Houston no ha podido encontrar estabilidad en la posición de quarterback. |
La
ofensiva de Houston tiene un gran problema y es que no posee consistencia en la
posición de quarterback. Brian Hoyer (720 yardas, 3 Tds, 3 Ints) fue nombrado titular al inicio de la
temporada, después Ryan Mallett (468 yardas, 3 Tds, Int) tomó su lugar, y el
domingo pasado, fue sentado nuevamente para que Hoyer terminara el juego. Con
tanta inestabilidad, será difícil que esta ofensiva pueda trascender. La
ofensiva terrestre solo ha superado en un juego las 100 yardas. Es ahí donde
estará la principal oportunidad para Houston, pues Indianápolis ha promediado
135 yardas y 2 Tds en cada uno de sus juegos como visitante. Con Arian Foster y
Alfred Blue, O’Brien debe tratar de explotar lo más posible la carrera. En
contra del pase, Indianápolis tampoco ha estado muy bien, aún en contra de
quarterbacks como Ryan Fitzpatrick, Marus Mariota y Blake Bortles. Así que
Houston también podría tener éxito por la vía aérea.
Otro
dato interesante es que Houston e Indianápolis son los dos equipos con peor
diferencial de entregas de balón con -6 y -9, respectivamente. En general, han
sido equipos que han entregado frecuentemente el balón y que han provocado pocos
errores del rival.
En
otras temporada, la selección del equipo ganador en este juego era
relativamente sencilla. En esta temporada, los dos lucen parejos. Ya Tennessee
y Jacksonville han hecho tambalear el dominio de Indianápolis en los juegos
previos en la AFC Sur. Jugando como local, en semana corta y con Andrew Luck
físicamente disminuido, Houston debe ser el que finalmente logre concretar una
victoria. Pronóstico: Houston 24 – Indianápolis 20.
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