Este
Jueves por la noche será particularmente tedioso al presentar a dos equipos que
no han sobresalido en esta temporada. Una vez más, será turno de los perenes
sotaneros de la AFC Sur el tratar de entretenernos por poco más de tres horas
(¿Será que alguien estará ese tiempo completo frente al dispositivo audiovisual
del que más disfrute? No lo sé).
Volviendo
al tema del football. Ambos equipos vienen de perder en la semana 7.
Jacksonville volvió a presentar demasiados problemas a la ofensiva, mientras
que Tennessee logró adelantarse en el marcador, pero una entrega de balón
sepultó sus posibilidades.
Hablando
de los problemas de los equipos, los dos tienen algunos rasgos en común. Las
gerencias hicieron un arduo trabajo durante la pretemporada desde la agencia
libre y el draft. Tennessee terminó con una nutrida selección de jugadores en
el draft (Jack Conklin, Kevin Dodd, Tajae Sharpe, Derrick Henry) y agentes
libres de la talla de DeMarco Murray. El objetivo principal era dotar de mayor
talento a Marcus Mariota después de una temporada de novato en la que no tuvo
mucho de donde echar mano. Por Jacksonville, la ofensiva parecía ya estar
caminando, así que solo había que afinar algunos detalles como reforzar el
juego terrestre con la firma de Chris Ivory y poner el resto del esfuerzo en
retacar la defensiva del mayor talento posible, lo cual sucedió con el draft
(Jalen Ramsey, Myles Jack) y agencia libre (Malik Jackson, Prince Amakumara,
Tashaun Gipson). En el papel, los dos equipos hicieron los movimientos
necesarios para presentar mejores escuadras. Sin embargo, no contaron con el
hecho de que sus QBs presentarían poco avance o, inclusive, regresión respecto
a 2015.
Marcus
Mariota (1,604 yardas, 12 Tds, 6 Ints) y, especialmente, Blake Bortles (1,567
yardas, 9 Tds, 9 Ints) se han convertido en anclas para sus equipos. Ambos
tienen problemas para poder trabajar con pases de mediano o largo alcance. Han
tenido algo de éxito con las trayectorias cortas, pero eso no suficiente para
darle el dinamismo requerido a cada una
de sus ofensivas. Claramente, eso se ha reflejado en el récord de sus equipos.
La
principal diferencia entre las ofensivas de Tennessee y Jacksonville es que DeMarco
Murray (633 yadas, 5 Tds) ha hecho bastante efectiva a la ofensiva terrestre de
los de Nashville. Ha dejado claro que, definitivamente, es un jugador de
impacto pues ha llevado a que su equipo sea el tercero mejor moviendo el balón
por tierra. De la ofensiva de Jacksonville no hay algo particularmente
brillante, debido a la baja de juego de Bortles, Allen Ronbinson, Allen Hurns y
Julius Thomas han pasado al anonimato. Chris Ivory y TJ Yeldon tampoco han
logrado darle consistencia a la ofensiva terrestre.
Defensivamente,
Tennessee también está ligeramente mejor y llega como la #17 (23 puntos por
juego), mientras que Jacksonville es la #26 (#26..7 puntos por juego).
En
diferencial de entregas de balón también se encuentran muy parejos: Tennessee
con -4, Jacksonville con -7.
Tomando
en cuenta todos estos elementos no hay mucho que esperar de este juego.
Tennessee sale con ventaja pues, además de ser local, posee una ofensiva
terrestre que si produce. Pronóstico: Tennessee 23 – Jacksonville 17.
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