Los
Angeles y Seattle se encontrarán por segunda vez en esta temporada. La primera vez que lo hicieron fue en la
semana 2 y Los Angeles terminó imponiéndose 9 – 3 en el Memorial Coliseum. Los
enfrentamientos recientes entre estos equipos han sido dominados por el equipo
californiano (antes de Misouri) y ha ganado cuatro de los últimos seis. De
hecho, sorprendentemente, Seattle no le gana a Los Angeles desde diciembre de
2014. Pocos equipos han sabido jugarle tan bien al equipo comandado por Russell
Wilson.
Para
esta semana, estas escuadras llegan en situaciones muy distintas. Lo que más
destaca es que LA al fin despidió a Jeff Fisher (HC), así que será John Fassel,
el entrenador de equipos especiales, quien dirigirá al equipo a partir de esta
semana. Con tan poco tiempo para planear este juego (poco más de 72 horas),
será difícil que Fassel muestre algo totalmente distinto a lo que traía Fisher
tanto a la ofensiva como a la defensiva. Básicamente, tendrá que seguir
trabajando sobre la misma línea. Seattle es #1 en la NFC Oeste, pero #3 a nivel
de toda la Conferencia. Para evitar jugar en la primera ronda de playoffs no
puede darse el lujo de perder nuevamente.
Desde
el punto de vista estadístico, Los Angeles llegan a este juego con la peor
ofensiva en esta temporada. Este equipo solo ha podido anotar 20 touchdowns en
13 juegos (Atlanta, la ofensiva #1, ha anotado 45). Una cifra risible. Basta
decir que llegó un punto en la temporada donde el equipo tenía más victorias
que touchdowns. El nivel mostrado por los quarterbacks ha sido bastante bajo.
Case Keenum (2,159 yardas, 9 Tds, 11 Ints) logró un rating de solo 76.8
mientras que el novato Jared Goff (744 yardas, 4 Tds, 5 Ints) lleva un rating de
solo 65.3. Las cifras del novato son comprensibles, aunque su desempeño
difícilmente contribuirá con la causa de LA en este juego. La ofensiva
terrestre apenas supera las 1,000 yardas (1,054) y tan solo promedia 3.4 yardas
por acarreo. Para Todd Gurley ha sido una temporada muy complicada pues ha
visto con demasiada frecuencia frentes defensivos completamente atascados ante
la ineficacia de la ofensiva aérea. Parece
que, a lo más, llegará a las 900 yardas en su segundo año como
profesional.
En
el caso de Seattle, su ofensiva es la #22 (21.1 puntos por juego). Estarán de
regreso en casa, lo cual es algo relevante pues en sus últimos dos juegos como
visitante no han podido producir. De hecho, el desempeño de Russell Wilson ha
ido a la baja en general. En sus últimos cuatro juegos (dos visitas, dos en
casa), ha lanzado para 940 yardas, tres touchdowns y ocho intercepciones con
dos juegos con rating menor a 50. No obstante, en ese lapso, jugando como local
solo ha sido interceptado en una ocasión. Lo que se ha mantenido en buena forma
es la ofensiva terrestre que, en esos mismos cuatro partido, ha producido 655
yardas y cuatro touchdowns. Así que está claro lo que precisa hacer Seattle:
correr el balón. Thomas Rawls debe guiar a su equipo a aprovechar las 160
yardas terrestres que Los Angeles ha permitido en sus tres visitas más
recientes.
El
estar de vuelta en el CenturyLink Field constituye una ventaja inmediata para
Seattle, que además enfrenta a un equipo con quarterback novato y head coach
interino. Definitivamente, está lejos de ser el escenario ideal para LA, que
tal vez pueda oponer resistencia a la defensiva por algún tiempo, pero
terminará doblándose. Pronóstico: Seattle 28 – Los Angeles 10.
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