La difícil transición de Coordinador a Head Coach

En la NFL, como en muchos otros ambientes laborales, no es lo mismo tener que lidiar con solo una parte de la empresa, por más compleja que ésta sea, que tener que ser el líder de toda la organización aun delegando funciones.

Ser Head Coach en un equipo de la NFL implica grandes responsabilidades. Algunas de las tareas principales de un Head Coach son: 

• Lidiar con un grupo de 53 jugadores (algunos con un ego estratosférico) y procurar siempre un ambiente armónico.

• Pasar horas realizando un plan de juego basado en un arduo análisis del rival.

• Ser un buen motivador que sepa sacar lo mejor de su grupo de trabajo, especialmente, cuando se enfrentan situaciones adversas ya sea en un juego o en una temporada.

• Tener respuestas inmediatas y claras para los cuestionamientos que los medios hacen antes y después de los juegos.

• Supervisar la labor de más de 10 entrenadores que tienen a su cargo a las diferentes unidades ofensivas y defensivas del equipo.

• Enfrentar a los oficiales cuando han marcado erróneamente.

• Y la principal: Tomar decisiones. Algunos ejemplos: Ir o no por una conversión de dos puntos, despejar o patear un gol de campo, mantener a un quarterback que no está funcionando como titular (si, también pensé en Rex Ryan), desafiar una jugada, reclutamiento de jugadores colegiales, entre otras.

Nada sencillas las tareas que tiene un Head Coach. A eso hay que agregarle el escrutinio público y la presión de la prensa de ciudades tan grandes como Nueva York, San Francisco o Filadelfia. 

¿A que viene todo esto? La situación actual en algunos equipos (San Diego, Kansas City, Carolina) ha vuelto a poner sobre la mesa el tema de que hay diversos coordinadores ofensivos o defensivos que han tenido mucho éxito, ganándose el respeto de la liga, y que no tardan en ser contratados como Head Coches en otros equipos. Sin embargo, haber tenido éxito como coordinador no asegura el éxito como Head Coach. El salario, así como las responsabilidades y la presión, se multiplican cuando se pasa de coordinador a Head Coach.

Actualmente, los principales ejemplos sobre la dificultad en el salto de coordinador a Head Coach son los siguientes:

Romeo Crennel (Kansas City). Destacó como coordinador defensivo en Nueva Inglaterra. Fue el estratega defensivo que llevó a Nueva Inglaterra a conquistar tres Súper Bowls en las temporadas 2001, 2003 y 2004. Su éxito en Nueva Inglaterra lo llevó a ser contratado por Cleveland como Head Coach. Su estancia en Cleveland abarcó de 2005 a 2008 y durante este periodo logró un récord de 24 – 40 siendo su mejor año 2007, cuando Cleveland apenas quedó fuera de playoffs con un récord de 10 – 6. Fue despedido de Cleveland en 2009. Un año más tarde, fue contratado en Kansas City como coordinador defensivo. La defensiva de Kansas City llegó a ser una de las mejores de la liga con él como coordinador. De hecho, fue la única capaz de frenar a Aaron Rodgers y compañía en la temporada regular de 2011. Para 2012, Crennel fue nombrado Head Coach en Kansas City. Los resultados vuelven a dejar mucho que desear con un récord de 1-6 a mitad de la temporada 2012. La defensiva ni siquiera ha lucido como solía hacerlo un año atrás.

Norv Turner (San Diego). Es uno de los especialistas ofensivos más experimentados de la liga. Fue el coordinador que estuvo detrás de Troy Aikman, Michael Irving y Emmit Smith cuando Dallas ganó Súper Bowls consecutivos en las temporadas de 1992 y 1993. Eso lo hizo acreedor a la posición de Head Coach en Washington de 1994 a 2000 acumulando un récord de 49 – 59 y un solo viaje a playoffs en 1999. De 2004 a 2005 sería Head Coach de Oakland con un récord de 9-23. Finalmente, a partir de 2007 y hasta ahora ha sido Head Coach de San Diego acumulando un récord de 52-34, habiendo clasificado en sus tres primeras temporadas a playoffs pero sin viajes al Súper Bowl. De hecho, recientemente la magia de Turner en San Diego parece haberse acabado. En 2010 y 2011, el equipo no calificó a playoffs. Para este año, San Diego ha lucido poco contundente a la ofensiva y con una defensiva irregular. Si los resultados no mejoran, tal vez podría ser la última temporada de Turner en San Diego.

 

Ron Rivera (Carolina). Coordinador defensivo para Chicago y San Diego. Durante su estancia en Chicago (2004 – 2007), la defensiva de este equipo siempre fue una de las mejores de la liga y en 2006 logró llegar al Súper Bowl aunque al final perderían frente a Indianápolis. Más tarde, de 2008 a 2010, Rivera se ocupó de la defensiva de San Diego y, gradualmente, la llevó a ser la mejor de la liga en 2010. Finalmente, llegó a Carolina como Head Coach en 2011. Con menos de dos años y en su primera experiencia como Head Coach, aún es difícil juzgar a Rivera pero es claro que le está costando trabajo cumplir con las expectativas que se tenían de Carolina para esta temporada. Al parecer, tener que lidiar con un jugador de segundo año con relativo éxito en su campaña de novato y un tanto egocéntrico (Cam Newton) no le ha facilitado el trabajo. Además, la defensiva de Carolina ha estado lejos de ser considerada como una de las mejores.

 

No son los únicos casos pero son aquellos que, a pesar de los resultados, aún conservan su empleo como Head Coaches. Además de ellos, también está Wade Phillips, actual coordinador defensivo de Houston, quién dirigió sin mucho éxito a Denver (1993-1994), Buffalo (1998-2000) y más recientemente a Dallas (2007-2010).  Steve Spagnuolo, actual coordinador defensivo de Nuevo Orleans, ganó el Súper Bowl como coordinador defensivo de NY Giants en la temporada de 2007 y, posteriormente, fue elegido Head Coach de San Luis sin lograr que esta franquicia tuviera una temporada ganadora y acumulando un récord de 10-38 de 2009 a 2011.

Complejo llegar al éxito como Head Coach a pesar de tener experiencia y éxito como coordinador en la NFL Talento para tomar decisiones, dedicación, buen staff y apoyo por parte de la directiva de los equipos es requerido para triunfar como Head Coach. Es un puesto individual cuyo trabajo, paradójicamente, no puede ser realizado por uno solo y es, precisamente, en la habilidad de saberse rodear de las personas y atmósfera adecuada donde puede radicar la diferencia entre el éxito y el fracaso.